Los medios de comunicación han perdido su finalidad…
Quizás es una evolución, o quizás es una transformación. Pero hoy por hoy no parece que su propósito sea el mismo.
Todos ellos fueron creados para facilitar la comunicación entre las personas.
El problema es que si hoy en día analizas dichos medios te das cuenta que han sido invadidos por empresas privadas que lo único que desean es sacar un beneficio de la utilización de estos.
Se ha perdido el sentido de la información, de comunicar aspectos que afecten, culturicen y hagan madurar a la sociedad.
Son pues las propias empresas las que deciden que esta a la orden del día y que no. ¿Pero que interés pueden tener ellas en manejar la información de tal manera? Es la gran pregunta…
Por un lado esta la política. Muchas cadenas son influenciadas por la política. Reflejan en sus anuncios, noticias y programas sus ideas directa o indirectamente con la intención (quizás) de influenciar a un público o afianzarlo aún más.
Por otro, el beneficio. A pesar de no parecer influenciadas por la política, muchas cadenas optan por hacer una programación basura. Se trata de extraer del espectador su lado más perverso, cotilla y “malvado” mediante programas que lo que pretenden es persuadir y darle al espectador todo aquello que no se le ha dado antes, porque la finalidad de los medios nunca antes había sido la de explotar ese lado del ser humano, creando un cierto sentimiento de libertad al poder elegir ver algo que antes no has podido.
Muchos pueden ser los intereses…
El caso es que por el hecho de ser influenciadas por un interés se forman realidades paralelas a la real fuera del límite entre lo admisible como real.
El problema es que somos tan influenciables por los medios que actuamos y nos dejamos llevar por ellos, y todo sin ser capaces de darnos cuenta.
Las estructuras sociales que los medios reflejan son a las que estamos acostumbrados, a las que nos adaptamos, lo que produce un estancamiento a nivel evolutivo de la sociedad.
Ciertamente no tengo ni idea cual puede ser su verdadero interés, podríamos especular pero nunca llegaríamos a nada seguro. Lo que esta claro es que ver propaganda o programas machistas, marginando sectores de la sociedad, con tonos racistas esta a la orden del día; es a lo que nos han acostumbrado los medios. Y nosotros no nos damos cuenta porque son los medios los que lo hacen y creemos por “naturaleza” que hacen lo correcto.
El papel de la publicidad en relación a este tema creo que es paralelo al de las empresas privadas que manejan los medios. Se presenta en los medios pero no tiene nada que ver con estas entidades. Su finalidad (en su gran mayoría) es la de anunciar productos o servicios de externas que, por lo tanto, no tienen el mismo interés que las empresas privadas que utilizan los medios.
Y lo sabemos porque para ello esta la Ley General de Publicidad. Nos advierte de cuando es propaganda y no publicidad, de cuando tiene que ver con las empresas que manejan el medio, etc.
La publicidad se ciñe al “target” al que va dirigido, si este es machista o racista el anuncio será machista o racista. Por eso se ha producido un gran cambio entre los anuncios de los años de la dictadura y los actuales.
La sociedad es la que decide si cambia o no, de ella depende todo, pero si no es capaz de ver la realidad vivirá siempre influenciada por las grandes empresas.
Víctor Villanueva Carmena. Publicidad y RRPP. PR2. Práctica 3.