Dicen que el dinero no da la felicidad ¡es verdad!, pero en este mundo capitalista, por desgracia, si no tienes dinero no pintas nada…
Como mejor ejemplo muchos de los jugadores de futbol. Muchos de familia humilde, comienzan su carrera en equipos de barrio, con la ilusión de ser algún día uno de los más grandes. Algunos, por desgracia para ellos, se quedan en el camino, otros por fortuna triunfan y logran ser estrellas de este deporte gracias a sus cualidades y capacidades.
Pasan de ser personas que pasan desapercibidas a ser personas con un estatus social alto, con dinero y conocidas, con lo que parece un “hueco” en este mundo.
Un caso parecido pasa en la película “La Clase”, en la que el alumno de rasgos orientales por el hecho de ser estudioso y atento se gana el respeto del profesor, y con ello, un mejor y especial trato que los demás…se gana ese “hueco”.
En relación a este tema, por cierto, recuerdo un debate que tuvimos en el instituto acerca de la discriminación. La conclusión a la que llegamos es que la imagen de una persona, la relación con el exterior, en muchos casos depende de su cartera y su estatus, su situación.

Y pensándolo bien, este caso solo es un reflejo de la situación de discriminación que día a día se vive en España, que lo único que provoca es la acentuación de desigualdades, provocando el rechazo de extranjeros humildes que vienen a nuestro país con la única intención de encontrar un trabajo digno y encontrar una vida mejor empezando de 0…
Porque ellos no son aceptados de la misma manera que puede serlo un jugador de futbol…

Pero las desigualdades no acaban aquí.
Hoy en día la existencia de clases sociales no se encuentra tan marcada como antes; la sociedad industrial ha producido un estancamiento de las desigualdades entre ellas. Sino, esto seria un no parar…

Sin ir más lejos, en España porque la sanidad es pública, pero en Estados Unidos hasta conseguir que un médico te ponga una tirita cuesta dinero…
¿Y los que no lo poseen qué? Mueren desangrados…así de injusto es el sistema…
Otros países aparte, centrémonos por último en el nuestro. Y es que, también, fácilmente se pueden encontrar diferencias entre el trato que se le da a un hombre y a una mujer. Las horas de trabajo en relación al salario, la diferencia de contratación entre uno y otro o, incluso, la relación entre la cantidad de políticos hombres y mujeres con grandes cargos, son solo algunos de los ejemplos que podemos encontrar en nuestra vida diaria. ¿Y esto es posible que pase en los tiempos en los que estamos? Pues sí, y existen otros países en los que estas desigualdades son mucho más pronunciadas…
Desigualdades,
Sí, en todas partes…
Continuará…
Víctor Villanueva Carmena. Publicidad y RRPP. PR2. Práctica 2.
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