Clases sociales, Poder y marginación.



miércoles, 23 de febrero de 2011

Deberemos esperar, pero ¿a qué?


Las colas más largas que se forman hoy ya no son las que se hacen en el Corte Inglés el primer día de las rebajas de enero, ahora las grandes colas se localizan en las puertas de las oficinas del paro y en  los establecimientos de servicios sociales.

Familias se quedan en el paro, con hipotecas que pagar, con hijos que cuidar y el subsidio está apunto de agotárseles, con 50 años y después de que su empresa cerrase  ya no encuentran un nuevo puesto de trabajo, ya no le corresponden más años de paro, y ¿ahora qué ocurre con ellos?

Miles de familias se encuentran en está situación y se ven obligados a recurrir a los servicios sociales para poder subsistir, comida, ropa, vivienda...Familias que antes pasaban el mes ahora no les llega  ni para comer. 


Los servicios sociales españoles no están en su momento  de auge, de hecho la recesión económica que sufre España cuestiona considerablemente el superávit del país. Esto obliga al Estado a tomar medidas sin remedio, sí, esas medidas  a las que llaman “recortes presupuestarios del estado” lo que provoca un inevitable terror en la población más desfavorecida y el sector obrero. El paro y el desempleo han provocado un aumento abismal  en la demanda de los servicios sociales, lo que ha desembocado en una precariedad de los mismos. Además de la masiva demanda, está la reducción de los ingresos  que provoca ese 20,5% de paro, que es el más alto de la zona Euro. Estamos ante un problema de difícil solución  y asimilación  que, como es habitual, lo sufren las clases sociales más bajas. En España se ha producido un incremento de la pobreza debido al desempleo, al paro y a  las diversas dificultades que atraviesa el sistema vigente. Este aumento de la pobreza es directamente proporcional a los problemas sociales como la delincuencia, malos tratos, desestructuración de las familias…
En la infraestructura capitalista siempre sufren los que menos recursos tienen, es inevitable esta situación era predecible y las desigualdades sociales continúan en aumento. Es corriente que existan diferencias pero lo que es evitable es que lleguen hasta este punto ¿Ahora qué ocurre? el Estado se queda sin recursos y debe recortar presupuestos,  y esos recortes  atacan directamente contra el sector de la sociedad que no puede subsistir sin las ayudas del Estado. Muchas empresas públicas comienzan a privatizarse, se legalizan medidas de flexibilización en los contratos y ¿quién lo sufre?las clases sociales más bajas. Todas la medidas atacan directamente al sector obrero, todo apunta a que volveremos hacia atrás, cada vez hay menos recursos y los que hay son dominados por unos pocos.
Algunas de las medidas que proponen es potenciar la intervención social de proximidad, ofrecer servicios de calidad y reforzar el papel de los Ayuntamientos para garantizar de manera generalizada la igualdad de oportunidades para todas  las personas y con ellos la cohesión social. Pero, ¿es esto una completa utopía?¿Se puede alcanzar una cohesión social en momentos de un total desajuste? Resulta contradictorio que pretendan potenciar el papel de los Ayuntamientos cuando  estos  son pura corrupción y no les importa ni lo más mínimo la cohesión social, tan  solo la lucha constante entre partidos. Tal vez una mejor medida sería controlar los Ayuntamientos y eliminar la corrupción para que de una vez cumplan su papel. 
Pero claro deberemos esperar, esperar a que las medidas caigan del cielo o mejor, vengan de esos debates absurdos que constantemente llevan a cabo nuestros queridos partidos dominantes, deberemos esperar a que se terminen el subsidio , a que el paro llegue al 40%, deberemos esperar  a jubilarnos para no cobrar pensiones, a que no quede ni un atisbo de igualdad…

Paula Comes Rodríguez
2º de Publicidad y RRPP

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